El acervo artístico del museo Casa de Portinari está constituido, principalmente, por trabajos realizados por el artista en murales, en las técnicas pintura al fresco y témpera, en las paredes de la casa. La temática es predominantemente sacra, excepto las primeras experiencias del artista en este género. El acervo también posee una colección de dibujos, lenguaje expresivo y significativo en la producción de Cándido Portinari, presente en todos os momentos de su carrera.
El museo también abriga objetos de uso personal, mobiliario y utensilios de la familia, siendo que algunos ambientes permanecen con sus funciones originales y otros fueron adaptados para salas de exposiciones.
Conocido por sus grandes murales y telas, vale resaltar que Portinari también fue un excelente retratista. Era común que él hiciera los proyectos y estudios de sus trabajos. El conjunto de su obra incluye más de 2.800 dibujos con uso de varios materiales: carbón, tinta china a punta de pluma, tinta china a pincel, grafito, lápiz a colores, crayón, guache y acuarela, sobre varios tipos de papel. En el local, el Museo presenta algunos de ellos, entre los cuales el retrato de la dama de la sociedad carioca Vera Velloso.
Iglesia San Antonio
Saint Anthony in the church’s altar
Enfrente del Museo Casa de Portinari, en la plaza Candido Portinari, se encuentra la Iglesia San Antonio, para la cual Portinari hizo una pintura al óleo sobre tela del santo patrono, cumpliendo una promesa por el restablecimiento de la salud de su hijo Juan Candido. La tela fue ofrecida en carácter de donación a la parroquia local el Domingo de Pascua de 1942, siendo registrada como donación y con el pedido especial del artista de que la obra nunca saliese de la capilla. Actualmente, la institución cultural posee un término legal de cooperación con la arquidiócesis de Ribeirão Preto para efectuar acciones de preservación en la tela.
Jardines
Los jardines conservan elementos del tiempo en que la familia residía en el inmueble. Los canteros formando las palabras DIO (Dios en italiano) fueron proyectados por Portinari, los rosales eran cuidados con esmero por Doña Domingas (madre del artista).
Capilla de la Nonna
En 1940, Cándido Portinari mandó construir una capilla junto a la casa de su abuela Pelegrina, quien por su edad y problemas de salud no podía ir a la iglesia a rezar. En las paredes están los santos favoritos de la abuela, retratados por el artista con rostros de amigos y familiares.
A principios de 1941, pintó murales al temple en la capilla de Nonna. Esta técnica es una pintura en seco con pigmentos, agua y cola. Los familiares y amigos fueron modelos a seguir para representar a los santos favoritos de la abuela.
Durante un tiempo, hubo misa en esta capilla. La Primera Misa, celebrada por el Padre Francisco Sino, fue el 1 de marzo de 1941.
Narrativas de una vida
En el ambiente, el visitante escucha un texto de Portinari, narrado por el actor Lima Duarte. El material revela los recuerdos de la vida en la ciudad, de la nostalgia y del amor que el artista sentía por Brodowski. En el suelo, un mapa ayuda al público a localizar los lugares citados en el audio.
Cuarto del artista
En el cuarto del artista hay muebles, ropas, zapatos, maletas y objetos de uso personal. Fotos ayudan a contar la historia de Portinari.
Cuarto de las hermanas
Bordados y puntillas manuales eran comunes en la época en que la familia residió en el inmueble. En el cuarto están algunos de esos ítems confeccionados por las moradoras de la casa, además del mobiliario original.
Hall
El árbol genealógico Portinari revela al público informaciones sobre los otros integrantes de la familia de inmigrantes italianos.
Baños
Tres ambientes fueron construidos con esta finalidad. Detalles curiosos sobre la edificación y también el gusto de sus moradores pueden ser observados en los locales, por medio de las soluciones improvisadas para iluminación y ventilación en uno de ellos, amplitud y confort en otro, y pequeños requintes de decoración usando la pintura a esténcil.
Atelier
En el atelier, objetos de trabajo como tintas, pinceles, telas y caballetes dividen el espacio con la pintura mural de técnica al fresco “Fuga Para Egipto”.
Edificación
Resultado de sucesivas reformas y ampliaciones coordinadas por Candido Portinari, la residencia tuvo diferentes configuraciones en cuanto sirvió como morada de la familia. En el ambiente, una maquete digital exhibe las modificaciones de la casa a lo largo del tiempo.
El Pintor Candido Portinari
Desde su nacimiento hasta las grandes conquistas, la vida de Portinari es revelada al público por medio de recursos multimedios. La línea del tiempo, la más completa presentada hasta aquí, trae informaciones, documentos, fotos, audios y reportajes sobre la vida y la carrera del pintor.
La casa como tema
La casa, la ciudad y los recuerdos de la infancia fueron temas recurrentes en la obra de Portinari. Por medio de telas touch screen el público puede descubrir detalles y conocer un poco más de la producción del artista.
Cocina
Como en la mayoría de las familias de origen italiano, la cocina era el corazón de la casa, donde la familia se reunía para comer y conversar al pie de la cocina a leña, con café acompañado de deliciosos bocadillos. La misma está equipada con utensilios originales, entre ellos las sillas empajadas por el padre de Portinari, don Batista.
Sala
La gran sala principal ofrece al visitante la dimensión de lo que se va a encontrar por los ambientes del inmueble construido a inicios del siglo 19. Con pinturas murales creadas por Portinari y por amigos, la casa sirvió de soporte para las primeras experimentaciones del artista en ese género. El ambiente conserva también mobiliarios de la época, como la mesa del comedor, sillas, algunas vajillas, entre otros.
Sala de los frescos
En el espacio, el público tiene la opción de conocer más sobre las técnicas de pintura mural, principalmente al fresco, y las jornadas de trabajo realizadas por el artista en la ejecución de las pinturas murales de la casa.
Sala San Jorge
Al entrar en la Casa de Portinari, ya en el primer ambiente, se encuentra una pintura mural a témpera, San Jorge y el Dragón, el estudio de la obra y el poema con el mismo título fechado en 1958. En el espacio, hay también material de accesibilidad, una maquete táctil presenta los ambientes de la casa y los detalles de la arquitectura del inmueble para el público ciego o con poca visión.